sábado, 22 de julio de 2017

Historia del tarot en España

La curiosidad de saber a dónde vamos, si las decisiones que tomamos son correctas o no, o si llegaremos a lograr aquello que queremos, es una angustia existencial que rodea a cualquier ser humano. Incluso en ocasiones nos vemos envueltos en situaciones del presente que nos agobian y no sabemos cómo responder. Es allí cuando acudimos a la ayuda espiritual 

Historia del tarot en España



Las cartas del Tarot son un método de adivinación que representa diversos estados anímicos y situaciones de las personas en su vida. La interpretación de las cartas debe hacerse tomando en cuenta la espiritualidad que rodea el ritual que es este método de adivinación, para que la lectura pueda darse con armonía y poder resolver aquel enigma de la persona que consulta.

En España como en toda Europa no está muy claro como llegó este método, se dice que fueron los gitanos quienes introdujeron en Europa dicho método, trayendo con ellos los conocimientos del antiguo Egipto. Desde el siglo XV se tiene conocimiento de las primeras cartas del tarot en España, fueron descubiertas en Sevilla. En varios museos del mundo se encuentran barajas españolas que datan entre los siglos XV y XVI, dejando como evidencia el uso de las cartas españolas para la adivinación.

Hay quienes dicen que es difícil determinar si la baraja española fue primero que el tarot o si fueron específicamente diseñadas para él. Pues el uso de la baraja española para la adivinación se hizo tan popular que el origen de ambos se ve difuminado.


Lo que sabemos es que desde la llegada del tarot a España este no ha dejado de evolucionar, y es que este arte adivinatorio era exclusivamente de la realeza y actualmente son muchas personas las que consultan su vida a través de este método. Esto se debe a que ritmo de vida actual parece estar llamándonos hacia antiguas tradiciones, para que podamos conectarnos con nuestro espíritu y conocernos mejor. El esoterismo, el tarot, las runas son métodos que nos orientan en la dureza de la vida.


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